6 ¿Por qué habéis de endurecer vuestros corazones como endurecieron
su corazón los egipcios y Faraón? ¿No los tuvieron que dejar partir después
que Dios los hubo maltratado?
7 Ahora, pues tomad y preparad una carreta nueva y dos vacas que
estén criando y que no hayan llevado yugo; unciréis las vacas a la carreta y
haréis volver sus becerros al establo.